Mujeres del puro y la manta en la cabeza

Se sentaban en el mercado con la mirada perdida, un puro en la mano y su tocado de tela a cuadros, miraban a los pocos turistas pasar o simplemente miraban al vacío. ¿Qué pensarían?, se preguntaba. Día tras día durante toda su vida allí se sentaban y allí soñaban, eran las más ancianas, las otras vendían las telas y los adornos. Ellas fumaban puros cheroot hechos de hojas verdes secas de maíz, donde envolvían el tabaco, formando un puro grueso que resaltaba entre sus diminutos dedos. A veces conversaban entre ellas y sonreían al observar a los turistas. Entonces, las arrugas se les acentuaban y los ojos brillaban. Read More